27.07.2022. Antonio Fontenla (A Coruña, 1943) es presidente de la Confederación de Empresarios de A Coruña desde hace más de dos décadas. Para el ejecutivo, “el optimismo debe ser la actitud natural de los empresarios. De todas formas, en un contexto en el que los distintos organismos revisan una y otra vez a la baja las previsiones de crecimiento, es difícil predecir qué va a pasar. De entrada, se avecina un escenario muy difícil a partir del otoño, y esperemos que se cumpla el pronóstico de que España conseguirá evitar la recesión” explica Fontenla.
¿Qué programas ofrece la CEC a sus socios y cómo ayudan a la economía gallega
La Confederación de Empresarios de La Coruña realiza una intensa actividad en la defensa de los intereses empresariales y de la libre economía de mercado y somos, además, un canal de comunicación directo entre el sector empresarial y las distintas administraciones públicas y las organizaciones sindicales. Asimismo somos el portavoz de las necesidades y demandas empresariales, siendo reconocidos como el interlocutor social representativo de nuestra provincia.
Proporcionamos a nuestros asociados diversos servicios, entre ellos asesoramiento jurídico-laboral, económico-fiscal, en materia de prevención de riesgos laborales, igualdad, creación de empresa, formación en diferentes ámbitos (incluyendo habilidades directivas) y empleo (disponiendo de agencia de colocación autorizada), alquileres de espacios, salas y aulas. También firmamos convenios con otras entidades para facilitar a nuestros asociados el acceso a productos y servicios adicionales en condiciones preferentes de financiación, a precios reducidos y con descuentos especiales.
Con unos niveles de inflación “desconocidos” en muchos años, ¿cuáles diría que son los retos de las empresas de A Coruña?
El gran riesgo ahora es el de la estanflación. Y a que ese riesgo se materialice contribuiría de manera decisiva que nos dejásemos arrastrar a una espiral de precios y salarios. Por ello, la contención salarial es clave para que la inflación no se cronifique.
Más allá del riesgo de los incrementos del precio de sus suministros de energía, materias primas y componentes, y de los costes salariales, las esperadas subidas de tipos de interés también son un riesgo, porque afectan al coste de financiación de las empresas. Las compañías deben adoptar sus propias estrategias para lidiar con el alza de los precios, desde una mayor eficiencia que mejore la productividad, buscando incrementar el mercado, el valor añadido de los productos, etc. Pero este esfuerzo del tejido empresarial ha de ir acompañado también de una política económica que apoye a los sectores más expuestos. Son necesarias medidas de apoyo desde las Administraciones que minimicen el impacto de los precios en el tejido productivo, con ayudas directas e indirectas, más líneas de financiación pública, y un marco fiscal que apoye la recuperación. El incremento de precios nos afecta a todos y todos hemos de sumar para frenar sus consecuencias, haciendo una distribución equitativa de los costes de la crisis.
El 2022 se consideraba el año de la recuperación de la economía pero nos hemos encontrado con el conflicto de Ucrania, ¿se ha visto muy debilitado el tejido empresarial coruñés? ¿Qué necesitan?
El ritmo de la recuperación se ha resentido, y esto es algo que afecta a las empresas coruñesas, tanto a las grandes como a las pymes, que tienen que afrontar un escenario más difícil. Y está siendo especialmente duro para muchas firmas de sectores estratégicos del tejido empresarial de la provincia, como el siderúrgico, la construcción, el transporte, el sector pesquero o el agroalimentario.