La contaminación por plásticos. OIEA.

La contaminación por plásticos

El reciclado mediante radiación para proteger el medio ambiente

Puja Daya

Se han producido 8000 millones de toneladas de plástico desde 1950. Gran parte permanece sin reciclar en vertederos, océanos o playas.

(Fotografía: M. Gaspar/OIEA)

Separada por más de 5000 kilómetros de la masa continental más cercana, la isla Henderson es tal vez el lugar más aislado del planeta. Sin embargo, a pesar de estar completamente deshabitada, esta isla paradisíaca del Pacífico Sur está cubierta por más de 4000 millones de piezas y partículas de plástico. La basura que recubre las playas de Henderson no solo arruina el paisaje, sino que también es letal para la vida marina, que acaba asfixiada o atrapada entre los residuos. Estos restos de plástico son solo un ejemplo del destino que siguen los más de 8000 millones de toneladas de plástico que se han producido desde 1950.

El OIEA trabaja con expertos de todo el mundo para cambiar ese destino y proteger la vida marina y el medio ambiente de la contaminación por plásticos. Con sus asociados, el OIEA investiga y desarrolla técnicas de radiación ionizante para volver a procesar y reciclar los plásticos de manera asequible. Estas técnicas utilizan aceleradores de haces de electrones  para irradiar los plásticos posconsumo a fin de reciclarlos y transformarlos en otros productos más fácilmente.

La irradiación de materiales ya no es solo un instrumento de fabricación, sino también un instrumento de reciclado, por lo que las técnicas de radiación ionizante utilizadas para modificar polímeros también sirven para procesar los desechos

Bin Jeremiah Barba, especialista en Investigación Científica del Instituto Filipino de Investigaciones Nucleares

Esta técnica es prometedora dado que no es completamente nueva y tiene una larga historia de éxitos alcanzados. Los polímeros irradiados se encuentran en todas partes, desde el caucho de los neumáticos de un automóvil hasta las tuberías de agua caliente y los envases de los alimentos. “Si podemos utilizar esta tecnología en aplicaciones industriales para dar propiedades nuevas a los plásticos, nada nos impide utilizar la irradiación también para transformar y reestructurar el plástico a fin de mejorar su reciclabilidad y reducir la cantidad de plástico que se desecha”, explica Celina Horak, Jefa de la Sección de Productos Radioisotópicos y Tecnología de la Radiación del OIEA.

Los plásticos están compuestos por diferentes tipos de polímeros —sustancias formadas por cadenas o redes largas de grupos de átomos que se repiten llamadas monómeros—. La irradiación de polímeros produce en estos diferentes efectos que son beneficiosos para reciclar, reducir y reutilizar los residuos plásticos.

Un nuevo proyecto coordinado de investigación del OIEA centrado en desarrollar el uso de la radiación ionizante en el reciclado de desechos poliméricos está encabezando la investigación en esta esfera. “La irradiación de materiales ya no es solo un instrumento de fabricación, sino también un instrumento de reciclado, por lo que las técnicas de radiación ionizante utilizadas para modificar polímeros también sirven para procesar los desechos”, indica Bin Jeremiah Barba, especialista en Investigación Científica del Instituto Filipino de Investigaciones Nucleares. Su instituto representa solo uno de los 18 países que están colaborando para examinar cómo los procesos en que se utiliza la radiación, como la reticulación, la escisión de cadenas, el injerto y otras modificaciones de superficies, pueden ayudar a los países a desarrollar metodologías de reciclado más asequibles y accesibles.

Reticulación de polímeros

El proceso de reticulación consiste en el uso de la irradiación con haces de electrones para formar conexiones entre las cadenas poliméricas. Al conectar entre sí las cadenas poliméricas, se mejoran las propiedades del material y este se puede utilizar para crear productos más duraderos, más resistentes y de mejor calidad. Esta es una práctica común en la fabricación de neumáticos para vehículos porque permite a los fabricantes disminuir el tamaño y grosor del caucho, lo que reduce los costos de materia prima y producción y hace que el producto sea más sostenible.

Degradación de polímeros

En este caso se utiliza la irradiación de manera casi opuesta por medio de la escisión de cadenas —un proceso mediante el cual los polímeros se dividen o “degradan”—. “Este proceso hace que los materiales se vuelvan más quebradizos y que sea más fácil triturarlos hasta obtener polímeros más finos. Por ejemplo, el politetrafluoroetileno, un revestimiento químico más comúnmente conocido por su nombre comercial, Teflón, se degrada para posteriormente utilizarlo en lubricantes para motores y aditivos para tintas”, dice Olgun Güven, experto en radiación de polímeros en la Universidad de Hacettepe que dirige algunas iniciativas en Türkiye. En el marco del proyecto coordinado de investigación, el grupo de expertos analiza cómo se puede utilizar la escisión de cadenas en el reciclado químico, por medio del cual un producto se descompone en su forma química básica para generar nuevas materias primas o combustible. El uso de la escisión de cadenas para el reciclado podría mejorar enormemente la producción de productos nuevos a partir de polímeros de un solo uso, explica.

Injerto de polímeros

Injertar es un proceso que consiste en hacer crecer sobre la superficie de otro polímero una cadena polimérica corta adaptada a fin de modificar sus propiedades. Esta misma técnica se puede utilizar para combinar polímeros que normalmente serían incompatibles entre sí y poder, de este modo, remodelar y reestructurar más fácilmente los residuos.

Estas técnicas son solo algunas formas en que el OIEA está explorando el uso de la radiación ionizante para el reciclado de los residuos plásticos. “Los mismos instrumentos utilizados en la industria se pueden aplicar al reciclado y son una parte asequible y accesible de la solución para reducir los residuos plásticos que dañan nuestro medio ambiente”, dice la Sra. Horak. También señala que el proyecto coordinado de investigación que se encuentra en curso mejorará y validará esta tecnología de reciclado del plástico y ayudará a determinar su viabilidad para que la utilicen los países. Además, establecerá un plan para transferir conocimientos y ponerlos en práctica.

Con el objeto de mejorar a nivel mundial las capacidades en la aplicación de técnicas de radiación innovadoras para reducir los residuos plásticos por medio del reciclado, el OIEA puso en marcha en 2021 la iniciativa Tecnología Nuclear para el Control de la Contaminación por Plásticos (NUTEC Plastics), que se dedica a ayudar a los países a utilizar diversas técnicas nucleares. Ofrece pruebas científicas que permiten caracterizar y evaluar la contaminación marina por microplásticos y, al mismo tiempo, demuestra el uso de la radiación ionizante para reciclar plásticos y transformar desechos plásticos en recursos reutilizables.

NUTEC Plastics incluye proyectos coordinados de investigación que ayudan a proporcionar datos científicos precisos a fin de orientar políticas sobre la contaminación por plásticos, fortalecer la metodología utilizada para realizar un seguimiento de los plásticos y mejorar la escalabilidad de la tecnología de reciclado. Los proyectos de cooperación técnica del OIEA en el marco de esta iniciativa ofrecen a investigadores equipo y capacitación para transferir conocimientos y facilitar los proyectos sobre el reciclado de plásticos. La elaboración de directrices ayudará a que los países establezcan y pongan en funcionamiento instalaciones para utilizar técnicas nucleares a fin de hacer frente a la contaminación por plásticos.

El OIEA y la FAO convocan el concurso de cómics “Semillas en el espacio” dirigido a la juventud

El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) han convocado un concurso de cómics por el que invitan a personas de 14 a 18 años a presentar ilustraciones que cuenten la historia de las “semillas en el espacio”.

A finales del año pasado, el OIEA y la FAO enviaron al espacio semillas para cultivos. Estas semillas están siendo expuestas a una compleja mezcla de radiación cósmica y condiciones espaciales hostiles, lo que podría dar lugar al crecimiento de nuevas variedades de plantas capaces de resistir los efectos del cambio climático y ayudar a combatir el hambre en el mundo.

Se invita a jóvenes de todo el mundo a crear una ilustración en papel o en formato digital para representar una de las seis etapas principales del viaje de las semillas a la Estación Espacial Internacional (EEI) y lo que ocurrirá cuando regresen a la Tierra.

El diseño ganador servirá de inspiración para las imágenes del cómic oficial Semillas en el espacio.

El viaje de las semillas en el espacio

El 7 de noviembre de 2022, semillas procedentes de los laboratorios del Centro Conjunto FAO/OIEA de Técnicas Nucleares en la Alimentación y la Agricultura se lanzaron desde la instalación NASA Wallops Flight Facility hasta la EEI en un transbordador de carga con el objetivo de exponerlas durante unos cinco meses a las condiciones propias del espacio —una mezcla compleja de radiación cósmica, microgravedad y temperaturas extremas—, dentro y fuera de la EEI.

Está previsto que las semillas regresen a principios de abril, momento en el que serán germinadas, cultivadas y examinadas en busca de rasgos convenientes. Estos análisis ayudarán a comprender si la radiación cósmica y las condiciones espaciales rigurosas harán que los cultivos se vuelvan más resilientes ante las condiciones de cultivo en la Tierra, que son cada vez más difíciles.

Las seis etapas de la historia de las semillas

En el cómic se representarán seis etapas y los participantes podrán presentar ilustraciones de tantas etapas como quieran:

  1. Preparación de las semillas para el espacio
  2. Lanzamiento al espacio y acoplamiento a la Estación Espacial Internacional
  3. Exposición a la radiación cósmica, la microgravedad y las temperaturas extremas en el espacio
  4. Amerizaje y regreso a los laboratorios del Centro Conjunto FAO/OIEA
  5. Análisis y crecimiento en los laboratorios del Centro Conjunto FAO/OIEA
  6. Resultados: ¿Tienen la radiación cósmica y las condiciones espaciales un efecto extraordinariamente beneficioso en las semillas?

Las ilustraciones serán evaluadas por científicos y diseñadores del OIEA y la FAO, que preseleccionarán diez diseños (los nominados), de entre los cuales elegirán el ganador.

El plazo para presentar propuestas permanecerá abierto hasta el domingo 16 de abril de 2023. Los ganadores se anunciarán el 23 de abril de 2023, Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor.

Puede encontrar más información sobre este tema y sobre la presentación de propuestas aquí.

Una técnica nuclear revela cuánta agua ha de beberse al día

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Según el estudio publicado en Science, un varón típico de 20 años de edad en los Estados Unidos o Europa debería beber entre 1,5 l y 1,8 l al día y una mujer, 1,4 l.  (Fotografía: Nigel Msipa/Unsplash).

“Beber mucha agua” es un mantra habitual para quien quiere gozar de buena salud, más energía, una piel radiante o perder peso. Si bien la recomendación habitual, por ejemplo de The Eatwell Guide del Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido, es beber 2 litros (l) al día, a veces se aconseja una cantidad mucho más elevada. Las Academias Nacionales de los Estados Unidos, por ejemplo, recomiendan hasta 2,7 l de agua al día a las mujeres y 3,7 l, a los hombres. Muchas de estas recomendaciones se basan en estudios epidemiológicos, experimentos realizados a decenas de personas o métodos subjetivos (por ejemplo, cuestionarios).

Sin embargo, un nuevo estudio llevado a cabo por un grupo internacional de investigadores y publicado en Science, en el que se examinó el recambio hídrico a partir de datos recopilados mediante la técnica nuclear de análisis del agua doblemente marcada, está arrojando nueva luz sobre cuánta agua se ha de consumir realmente. Por recambio hídrico se entiende la cantidad de agua utilizada por el cuerpo cada día y, si bien guarda una estrecha relación con las necesidades de agua del organismo, no es exactamente lo mismo, pues también absorbemos agua de los alimentos que ingerimos y del aire a través de la piel.

No es tan sencillo como decir que todas las personas deberían beber 2 litros de agua al día. Son muchos los factores que intervienen y, sobre todo en países donde es caro producir agua potable limpia, esta recomendación no se ve justificada por exigencias sanitarias.

Alexia Alford, Especialista en Nutrición del OIEA

El estudio ha revelado que las directrices y recomendaciones anteriores podrían ser demasiado elevadas para la mayoría de las personas en la mayor parte de situaciones y que una cifra diaria realista podría ser tan baja como 1,5 l para los hombres jóvenes y 1,3 l para las mujeres jóvenes, sujeta a variaciones motivadas por numerosos factores.

“El agua potable representa entre la mitad y el 40 % del recambio hídrico —afirma Yosuke Yamada, del Instituto Nacional de Innovación Biomédica, Salud y Nutrición del Japón, y principal autor de este nuevo estudio—. Consumimos el agua que contienen los alimentos, y nuestro propio cuerpo también produce algo de agua durante el proceso de metabolismo energético —añade—. Si uno multiplica el recambio hídrico por 0,4, aproximadamente, tal vez obtenga una respuesta a la cantidad de agua que ha de beber al día, si bien esto dependerá de lo que uno coma”.

El Sr. Yamada y más de 90 investigadores de institutos de todo el mundo se sirvieron de la Base de Datos de Agua Doblemente Marcada, del OIEA, y examinaron datos sobre el contenido de agua en el organismo y el recambio metabólico de 5604 hombres y mujeres con edades comprendidas entre los 8 días y los 96 años, procedentes de 23 países en desarrollo y desarrollados.

Con esos datos, los investigadores desarrollaron una ecuación general con la que predecir el recambio hídrico, y que puede servir para prever los efectos de los futuros cambios climáticos y demográficos, por ejemplo, y ayudar a los países a prever sus necesidades hídricas futuras.

“Comprender los factores que impulsan nuestro recambio hídrico y la importancia relativa de los distintos factores es un gran paso adelante en nuestra capacidad para predecir las necesidades hídricas futuras”, afirma John Speakman, Profesor del Instituto de Tecnología Avanzada de Shenzhen y de la Universidad de Aberdeen, y uno de los autores del estudio.

En ese estudio se descubrió que hay muchas variables predictivas asociadas al recambio hídrico más allá de la edad, la talla y la composición corporal. El estado atlético, el nivel de actividad física y los factores socioeconómicos y ambientales también determinan el recambio hídrico.

“Estos datos no respaldan una política única con respecto a la ingesta de agua —declara Alexia Alford, Especialista en Nutrición del OIEA y coautora de este estudio—. No es tan sencillo como decir que todas las personas deberían beber 2 litros de agua al día. Son muchos los factores que intervienen y, sobre todo en países donde es caro producir agua potable limpia, esta recomendación no se ve justificada por exigencias sanitarias”.

La Sra. Alford señaló que la estimación del recambio hídrico mediante esas nuevas ecuaciones no solo puede ayudar a diseñar estrategias para la ingesta de una cantidad adecuada de agua, sino también a definir las necesidades hídricas futuras, y esto resulta crucial dado el aumento demográfico y el cambio climático.

El estudio se basó en los datos almacenados en la Base de Datos de Agua Doblemente Marcada, del OIEA, que contiene información relativa a más de 8300 personas. Esto la convierte, y con diferencia, en la máxima recopilación mundial de datos de ese tipo, para la cual se han utilizado isótopos estables (no radiactivos) del hidrógeno y el oxígeno: deuterio y oxígeno-18. La base de datos es gratuita y está a disposición de investigadores con preguntas de investigación claras y definidas aprobadas por el grupo de gestión de la base de datos. Si bien los datos proceden, en su mayoría, de estudios realizados en países occidentales, el OIEA se propone ampliar aún más ese conjunto y ha iniciado un proyecto coordinado de investigación para agregar datos procedentes de Asia, África y América Latina.

¿Qué es un isótopo?

Ciencia nuclear en detalle
 
Un isótopo es un tipo de átomo, la unidad más pequeña de materia que reúne las propiedades químicas de un elemento de la tabla periódica.  

(Gráfico: A. Vargas/OIEA)

Los átomos cuentan con electrones, protones y neutrones. Para pertenecer a un elemento químico determinado, los átomos deben tener un número específico de electrones y de protones. La cantidad de protones en su núcleo se denomina “número atómico” y se emplea para organizar los elementos en la tabla periódica.

No obstante, los átomos pertenecientes a un mismo elemento químico pueden presentar diferentes cantidades de neutrones en su núcleo; dichas variedades se denominan “isótopos”. Todos los isótopos de un mismo elemento tienen prácticamente las mismas propiedades químicas. Sin embargo, difieren en cuanto a sus propiedades físicas, en particular la masa atómica. Si emiten radiación, se denominan “isótopos radiactivos” o “inestables”; en caso contrario, se denominan “isótopos estables”.

(Gráfico: A. Vargas/OIEA)

Mediante las técnicas nucleares, es posible medir la cantidad y proporción de diferentes isótopos en la materia. Con base en esa información, los científicos pueden  sacar conclusiones sobre su origen, historia y fuente, y entender, por ejemplo, los sistemas acuáticos y terrestres, la absorción de ciertas vitaminas y cuáles son las dosis adecuadas de fertilizante.

Aquí encontrará más información sobre los diferentes tipos de isótopos.

¿Qué es una firma isotópica?

 

La firma isotópica es el conjunto de proporciones de los diferentes isótopos de un elemento en una muestra. 

Las firmas isotópicas suelen compararse con las huellas dactilares, porque también sirven para rastrear y localizar la materia. Permiten analizar diferentes aspectos del agua, la tierra, las plantas y los animales, por ejemplo:

El carbono 14, un isótopo que se encuentra de manera natural en el agua, se usa para datar ese líquido y otros tipos de materia orgánica (Gráfico: A. Vargas/OIEA).

En el Boletín del OIEA encontrará más información sobre los usos y la importancia de los isótopos y las firmas isotópicas.

Isótopos estables

 

Los primeros 80 elementos de la tabla periódica tienen isótopos estables. Dadas sus propiedades, los isótopos estables pueden usarse para analizar y gestionar los recursos hídricos y edáficos. También se emplean en estudios ambientalesevaluaciones nutricionales y la ciencia forense.

En la hidrología isotópica se estudian cuestiones como las cantidades y proporciones de determinados isótopos estables del hidrógeno que se presentan de manera natural en el agua, para formular conclusiones sobre el origen, la edad, la historia y las fuentes de ese líquido.

(Gráfico: A. Vargas/OIEA)

Los isótopos estables también pueden emplearse para estudiar el suelo, el cuerpo humano, los animales y las plantas. Con esos datos es posible, por ejemplo, formular políticas de protección de los hábitats de algunas especies.

Los isótopos estables también pueden usarse en estudios sobre la agricultura. Por ejemplo, mediante fertilizantes marcados con el isótopo nitrógeno 15, los científicos pueden determinar la eficacia con la que los cultivos absorben el fertilizante y establecer la dosis correcta que deben usar los agricultores.

En esta página encontrará más información sobre los isótopos estables.

Radioisótopos

(Gráfico: A. Vargas/OIEA)

Hasta la fecha se han descubierto más de 3000 radioisótopos. Se trata de átomos inestables que emiten radiaciones de diferentes tipos e intensidades, que pueden emplearse en la medicina, la industria, la agricultura, las ciencias farmacéuticas, el seguimiento ambiental y los estudios biológicos.

Es posible producir radioisótopos artificialmente en un reactor de investigación o un acelerador de partículas, proceso en el que se siguen unas estrictas normas de seguridad. Entre sus aplicaciones más comunes cabe mencionar las del ámbito de la salud, en particular los tratamientos para el cáncer y otras enfermedades crónicas mediante la radioterapia, así como la esterilización de productos mediante la neutralización de químicos, bacterias o toxinas nocivas.

En estas páginas puede encontrar más información sobre los radioisótopos y sus productos.

¿Qué papel desempeña el OIEA?

 
  • El OIEA ofrece capacitación a diversos países sobre el uso de técnicas isotópicas y la producción de radioisótopos y radiofármacos.
  • El OIEA presta asistencia a los expertos nacionales para mejorar la calidad de sus datos procedentes de mediciones analíticas y proporciona materiales de referencia, procedimientos validados, pruebas de competencia y orientaciones para la protección del medio ambiente.    
  • El programa de cooperación técnica del OIEA emplea instrumentos isotópicos para dar respuesta a cuestiones prioritarias de salud, nutrición, alimentación, producción agrícola, fraude alimentario, cambio climático y gestión del agua.  
  • En los programas coordinados de investigación del OIEA, diversas instituciones trabajan de la mano para conformar redes y bases de datos sobre isótopos e investigaciones en ese ámbito.
  • La Red Mundial sobre Isótopos en la Precipitación, administrada por el OIEA y la Organización Meteorológica Mundial, ofrece asesoramiento científico y apoyo logístico y técnico para la investigación y el uso de la tecnología en ese ámbito.
  • El OIEA también administra la Red Mundial de Isótopos en Ríos, destinada a reunir datos en diferentes partes del mundo que puedan usarse para la gestión de recursos hídricos.
  • El OIEA ayuda a los países interesados en construir centros de producción de radioisótopos durante todo el proceso, desde las consultas y la elección del tipo de centro y de métodos, hasta la implantación de los centros de producción.